De acuerdo a la Encuesta sobre Violencia y Noviazgo, 15 de cada 100 jóvenes piensan que las personas que viven con Sida no tienen derecho a recibir educación, otros 15 consideran que en las escuelas donde hay personas con discapacidad, la calidad educativa disminuye, y otros 20 creen que el hombre es más racional que la mujer.
Así lo dijo la directora del Instituto Mexicano de la Juventud (IMJ), Isabel Priscila Vera Hernández, quien ayer firmó en el Palacio de Gobierno el Convenio de Colaboración para el Desarrollo de Acciones en Beneficio de los Jóvenes Indígenas, por lo que el próximo año, junto con la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), se destinará una bolsa de 10 millones de pesos para proyectos en comunidades étnicas en todo el país.
En entrevista previa al evento, la funcionaria federal también expresó su preocupación por el aumento de los suicidios entre jóvenes, pues ya es la tercera causa de muerte en el sector y la tendencia sigue en aumento.Según dicho estudio del IMJ, realizado el año pasado, los jóvenes se sienten solos, aislados e incomprendidos, y aunque la familia es la institución que más valoran, consideran que lejos de comprenderlos los juzga, por lo que es importante fortalecer los lazos de comunicación entre padres e hijos.Otro tema que preocupa mucho a las autoridades es el de la violencia en el noviazgo, pues siete de cada 10 jóvenes viven una relación de violencia psicológica, donde entran actitudes de control.Del hombre hacia la mujer son actitudes como dónde y con quién está, por qué pasa más tiempo con los amigos o amigas y por qué usa falda o escote. Y de la mujer hacia el hombre se enfoca al menosprecio y la humillación, con actitudes como no sé por qué ando contigo, estás gordo, estás feo o eres un inútil.
Quince de cada 100 jóvenes viven violencia física, que va desde el arañazo, jaloneo, nalgada y cachetada hasta intentos de estrangulamiento, amenazas con arma de fuego u objetos punzo cortantes, y que les dejan caer objetos pesados.Dieciséis de cada 100 jóvenes viven violencia sexual, donde se encuentran el coito y tocamientos sin consentimiento, recibir pornografía por internet, presión para tener relaciones sexuales o se terminará el noviazgo, y que el novio le diga a sus amigos que tienen relaciones sexuales, cuando no es cierto.En la encuesta resultó que 30.5 por ciento de los jóvenes recibieron golpes en su casa, y 21.5 por ciento presenció insultos entre sus padres, lo que implica que para ellos la violencia es normal, porque provienen de relaciones violentas.De ahí que es necesario hacerle entender a los padres que la violencia intrafamiliar no sólo afecta a sus hijos, sino que también afectará sus relaciones de pareja, y lo segundo es que se tiene que concienciar a la sociedad sobre que la violencia no es algo habitual, y no se debe acostumbrar a ella.Vera Hernández dijo que todas esas prácticas de violencia no son consideradas por los jóvenes como tal, sino que creen que es parte normal de la relación, como algo cotidiano, incluso muchos lo justifican con el amor o que están jugando y no pasa nada, lo cual es grave porque la violencia en el noviazgo es la antesala a la violencia intrafamiliar.
Por ello, el IMJ trabaja en ese rubro, y a finales del presente mes se lanzará en San Luis Potosí la Alianza contra la Violencia en el Noviazgo, que encabeza el Instituto Potosino de la Juventud."Muchas veces, el o la joven quiere terminar con una relación violenta, y su círculo de amigos o la familia les hacen creer que no encontrarán nada mejor, lo que genera que no puedan romper el círculo de violencia. La campaña se lanzará a nivel federal, para sensibilizar y explicar lo que es la violencia; la Alianza se enfocará a generar mecanismos de comunicación y a que desde la escuela se le diga a los jóvenes lo que es la violencia".Al referirse al convenio firmado ayer, la directora del IMJ explicó que el próximo año se tendrá una convocatoria de apoyo a proyectos juveniles, en la que se dará financiamiento a las instituciones de la sociedad civil o a grupos de jóvenes que realizan proyectos comunitarios de educación, medio ambiente, disparidad o adicciones.Junto con la CDI se tendrá una bolsa etiquetada para jóvenes indígenas, para que sean ellos los que desarrollen proyectos comunitarios, ya que reconoció que como Estado les sería muy difícil acudir a la comunidad, incluso se gastaría mucho en burocracia, por lo que se quiere que sean proyectos en lo que se involucre la propia comunidad.
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